Historia
HISTORIA
El término aparece poblado en distintas partes desde la prehistoria y sobre todo durante la romanización. Anterior a él aparece el despoblado de Murugain, habitado a comienzos de nuestra era, situado al Sur de la ermita de la Blanca, dominando el curso del río Cemborrain.
El patronato de iglesia pertenecía (1268) a Santa María de Roncesvalles. Como perteneciente a la Valdorba la jurisdicción civil la ejercía el alcalde del mercado de la ciudad de Pamplona mientras que en lo eclesiástico el patronato de la vicaría correspondió hasta 1794 al cabildo de Roncesvalles, para pasar en esa fecha al rey, salvo durante cuatro meses del año en que, si sucedía la vacante, resolvía el citado cabildo.
En 1825, Garínoain pretendió el goce de los montes de Alaiz. En 1850 tenía escuela, dotada con 2000 reales al año.
Garínoain tuvo desde muy antiguo su Palacio de Cabo de Armería. Pertenecía en época medieval al linaje del mismo nombre. En 1513, figuraba ya como remisionado de cuarteles Martín de Garínoain, dueño del solar a la sazón. En 1590 pertenecía a Ana de Garínoain y Juan de la Lana, su marido. Les sucedió Margarita de Lana, casada con Miguel de Azpilicueta, en los primeros años del siglo XVII. En 1629 consta como palaciano su hijo, Martín de Azpilicueta, casado con Isabel de Aoiz, que fueron padres, a su vez, de doña Juana de Azpilicueta, casada en 1634 con Francisco de Lusar.
En la relación de 1723 figura como propietario Félix de Morales, casado con Josefa de la Era. En 1744 solicitó el rebate Francisco de la Era y Monterde, y en 1761, su viuda Teresa de Colmenares. En 1767 era dueña Francisca de la Era y en 1782 Tadeo Antillón y Josefa Antonia de Ureta, su mujer. Según el Libro de Armería, el escudo era de plata con tres gajas de gules; bordura de azur, cargada con doce aspas de oro.
En 1800 todavía quedaban restos del castillo que fue demolido para construir la iglesia.
Es uno de los pueblos que desde el siglo pasado ha mantenido con bastante estabilidad el número de vecinos, que eran 391 en 1860 y 351 en 1970. El último censo de 2016 arroja 476 habitantes.
La población mantuvo su lengua materna vascongada hasta principios del siglo XIX. En 1789, con motivo de estar vacante la vicaría de Mendívil, el cabildo de Roncesvalles consultó al vicario de Garínoain, nombrado por la Colegiata, sobre la necesidad de que el futuro cura supiera la lengua vascongada. El mismo año fue nombrado un clérigo de 24 años, natural de Garínoain, conocedor de la lengua vascongada “por el uso continuo que hace del mismo idioma en su pueblo nativo” idioma también usado comúnmente en Mendívil. La toponimia viene a confirmar el dominio lingüístico de la lengua vasca en todo el municipio y la Valdorba.
ASENTAMIENTOS DE LA EDAD DE HIERRO
Según estudios arqueológicos, tres asentamientos de la Edad de Hierro amurallados (CASTROS) existen en la localidad. Datados entre los siglos VII-II a.C., las murallas de estos asentamientos, se encuentran actualmente enterradas esperando a ser descubiertas, Se tratan, en concreto, de Murugain (origen de Garínoain), Santa Cecilia y Oiamburu.
A continuación podemos ver las grabaciones aéreas de estros tres castros:
-
Castro MURUGAIN
-
Castro SANTA CECILIA
-
Castro OIAMBURU
- Gandiriain
En el ángulo Sureste, dominando el camino de Orísoain a Tafalla, está el despoblado de Gandiriain, su iglesia y las de Sansomain y Catalain pertenecieron a Roncesvalles. Sobre su despoblamiento corre una leyenda popular similar a otras de Navarra; hallazgos en superficie prueban su existencia en época romana
Efectivamente se trata de un antiguo lugar desolado, mugante con los términos de Garínoain, Orísoain, Benegorri y Sansomáin. La tradición cuenta que una epidemia asoló el lugar, muriendo todos sus habitantes, excepto tres niñas, que fueron recogidas por los de los lugares de Pueyo, Sansomáin y Garínoain. La misma leyenda nos relatan los informantes para explicar el origen del facero y del despoblamiento. Al parecer hubo una gran peste a la que sobrevivieron tres mujeres únicamente. Cada una acudió en busca de cobijo a diferentes lugares. Una fue a Pueyo, otra a Sansomain y la tercera a Garínoain. Por esto el antiguo término de Gandiriain se convirtió en un facero entre los tres pueblo, hoy adjudicado a Garínoain.
Actualmente el término es disfrutado por los tres pueblos mencionados, aunque jurisdiccionalmente pertenece a Garínoain, cuya parroquia recibía los diezmos, lo que provocó litigios entre las otras dos parroquias.
- Venta de San Clemente
La ermita de San Clemente estuvo en lo que hoy se llama la Venta. Todavía se puede observar, en el frontis de la casa, una hornacina con una imagen de la Virgen. En el suelo de la pequeña puerta se ve una mesa o lápida de piedra, que en algún tiempo sirvió de mesa de altar en la ermita. Todo el edificio de la ermita está convertido en habitaciones de una familia particular. Antiguamente en esta ermita estaba establecida la Cofradía de la Santísima Trinidad.
- Santa Cecilia
La ermita que da nombre al término se encuentra en una pequeña loma, camino de Artajona. Debió ser ermita antigua. Los vecinos de Garínoain marchaban en romería el martes anterior a la festividad del Corpus Cristi. Se celebraba misa y acto seguido se bendecían los campos. Jimeno Jurío sospecha que el terreno que rodea a la ermita pueda ser un castro.
La ermita está reconstruida en el borde de una planicie ovalada, cerrada con muro de aparejo de largas piedras y rodeada de foso. Allí se encontraron fragmentos de molinos de tipo barquiforme y circulares, y cerámica de época romana.
- Ermita Virgen Blanca
Ermita localizada muy cerca del pueblo. El ábside es románico y en su interior, en una urna de cristal, se guardaba una imagen mariana datada en el siglo XII. En 1698, ante el estado ruinoso en que se encontraba la ermita, se decide reconstruirla. Obra que se emprende nuevamente en 1710. Esta ermita tenía sorora o ermitaña para el cuidado del edificio y del culto. El patronato radicaba en los vecinos reunidos en concejo.