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Monumentos
Se encuentra en la Pza Principe de Viana, obra del artista Joxe Ulibarrena que talló en el tronco de un viejo roble del lugar, derribado por las obras del gaseoducto, el lema del Principe de Viana; UTRINQUE RODITUR, en varios idiomas. En el reverso del roble aparecen dos lebreles o sabuesos que junto con el lema, forman el escudo del príncipe. Los pies de la obra en piedra, aparece tallado la dedicatoria y la fecha.
El centro de la población lo ocupa la parroquia de San Martín, construida en 1773 por el cantero Melchor Marichalar y Santiago Zelayeta, sobre lo que fue un antiguo templo medieval. De la primitiva estructura medieval, se aprovecharon algunas dependencias que todavía en la actualidad se pueden apreciar.
El resultado externo de la construcción, presenta un contundente bloque perfectamente escuadrado en sillar. Todavía se aprecian algunos de los sólidos contrafuertes del periodo medieval, situados en el lado de la torre que efectúa las labores de campanario.
De aspecto prismático y de un solo cuerpo, su base en piedra de sillería se comenzó a construir en el siglo XIII, aunque el resto es contemporáneo a la construcción de la parroquia. De sencillas formas, el cuerpo se remata en la parte superior con una apertura de medio punto en cada uno de sus frentes, sobre los que quedan instaladas las campanas.
Se accede al templo a través de una galería de arcos de medio punto, en la que se aloja la portada principal formada también por un arco de medio punto y resguardada por arcos baquetonados que se apoyan sobre pilastras cajeadas.
La parroquia posee planta de cruz latina, cuya nave queda dividida en cuatro tramos que se prolongan hasta el crucero dotado de amplios brazos. La cabecera, tiene forma de pentágono y a ella por su parte lateral se acoplaron dos dependencias rectangulares que cumplen las funciones de sacristía.
El interior del templo alberga diferentes motivos iconográficos de interés, entre los que destacan los siguientes: en el frente de la cabecera se sitúa el retablo mayor. Se trata de un conjunto realizado en el primer cuarto del siglo XIX, dentro del periodo neoclásico. En la hornacina central del retablo, se aloja una talla correspondiente al titular de la parroquia, San Martín Obispo montado a caballo. Coexisten otros dos retablos en el interior del templo dedicados a la Ntra. Sr. Del Rosario y a San Blas. El retablo de San Blas corresponde a una obra neoclásica situada en la zona del crucero. La imagen de San Blas, corresponde a una talla romanista del siglo XVII.
Tres son las Vírgenes medievales que pertenecen a esta localidad, la más antigua es una talla románica de hacia 1200 que se conserva en el Museo Diocesano de Pamplona (encontrándose una réplica de ésta en la capilla de la parroquia), mientras que las otras dos pertenecen al gótico del siglo XIV. Se trata de la Virgen del Monte que procede de la Ermita de Santa Cecilia y la Virgen Blanca, antigua titular de la suya, las dos han sido muy retocadas y en la actualidad se custodian en la parroquia, junto con la talla del Cristo de Cataláin, gótica del siglo XIV, de expresiva anatomía y majestuoso rostro.
En la sacristía se encuentra un Cristo Crucificado del siglo XVI. En la misma dependencia se guarda una rica colección orfebre, que incluye piezas del estilo y cronología diversa. La más antigua es el brazo relicario de San Blas fechable en el siglo XVI. Del ajuar de la iglesia se debe mencionar una de las dos pilas bautismales, gótica del siglo XIV que procede de Cataláin.
Del siglo XVI y adosado a la iglesia San Martín, se accede al mismo a través de un recinto amurallado perfectamente escuadrado en piedra de sillería y sobre el que se abre un arco de medio punto formado por grandes dovelas. En la clave, se sitúa un escudo decorativo de la misma época. El palacio en sí, consiste en una construcción del siglo XVI, que aprovecha antiguas estancias del periodo medieval.
Destacan el antiguo torreón, el arco apuntado de ingreso y las ventanas en saetera de los muros como muestras claras de la primitiva estructura medieval.
Otros edificios medievales de interés
En el pueblo de Garínoain se ubican otras casas de aspecto similar a las anteriormente citadas; entre otras construcciones de los siglos XVI y XVII, situadas en torno al perímetro ocupado por la Iglesia de San Martín, que presentan como características generales, muros de mampostería, sobre los que se abre un gran arco ligeramente apuntado y decoradas en la clave del mismo con un escudo de armas de la época o correspondientes a fechas más tardías.
El descubrimiento del miliario de Garínoain tuvo lugar en el mes de enero de 2002 y fue realizado por J. Armendáriz, cuando realizaba prospecciones en el castro de la Edad del Hierro de Murugáin, yacimiento protohistórico y romano que se emplaza sobre la horquilla fluvial de los ríos Cidacos y Cemboráin/Leoz, en cuyo vértice precisamente se localizan las Ventas de Garínoain.
El descubrimiento de un nuevo miliario es prueba segura o, al menos, indicio suficiente para demostrar la existencia o ilustrar la proximidad del paso de una vía romana por la zona donde se localiza, ya que los romanos no consideraban terminada la construcción de una calzada mientras no se procediese a su correcta señalización. Auténticos hitos parlantes que, por su peso y dimensiones, difícilmente suelen ser desplazados de su emplazamiento primigenio, estos mojones informativos, se levantaron para jalonar las vías trazadas por Roma y expresar en millas –del latín “mil (pasos)”, de ahí su nombre– los puntos de partida de las mismas, las distancias recorridas, los cruces de caminos o la proximidad de las ciudades, poblaciones o mansiones más importantes del trazado.
El miliario fue tallado sobre piedra arenisca propia de la región en una forma aproximadamente cilíndrica, aunque en su parte inferior, destinada sin duda a ser enterrada, mantiene una sección de pentágono irregular.
Aunque algunos golpes han afectado a su parte superior, puede decirse que está prácticamente entero y sus dimensiones son 2,35 m de alto, 50 cm de diámetro en la parte cilíndrica y 61 cm de ancho en la base. En una faceta del cilindro se dispuso, mediante un ligero rehundimiento, una superficie para la grabación del texto.
El Miliario de Garínoain se encuentra ubicado en el jardín que rodea la ermita de la Virgen Blanca.
El miliario de Garinoain
Se localiza en el extremo sur-oeste del núcleo urbano, al lado del Centro Cívico y el campo de futbol. Habiéndose reconstruido a finales del siglo XVII. Presenta nave rectangular con techumbre plana y cabecera semicircular cubierta por una venera. Por el lado de la Epístola se abre un portalón de medio punto de gran dovelaje, según la tipología del siglo XVI. Al exterior, la nave está reforzada por contrafuertes que marcan los tres tramos.
La ermita de la Virgen Blanca es uno de los elementos patrimoniales más destacados de Garínoain En 2006 terminaron las obras de rehabilitación (realizadas en auzolán por personas voluntarias) de este pequeño centro religioso, cultural y patrimonial, con el fin de mejorar y embellecer su aspecto, adecuarlo para su uso y disfrute, así como hacerlo más accesible y señalizarlo.
La ermita del Cristo de Cataláin es uno de los monumentos emblemáticos de la Valdorba. Para llegar a ella, debemos desviarnos dirección Leoz y en apenas 1 km, a nuestra derecha a pie de carretera nos recibe su esbelta espadaña, más propia del románico castellano.
Segundo templo por importancia de la localidad de Garínoain de ascendencia monacal dedicada al Santo Cristo de Catalán. Se trata de un primitivo conjunto medieval que en su día conformó un monasterio Existen noticias suyas a partir de los primeros años del siglo XIII, cuando fue donada a la Colegiata de Roncesvalles, por los hermanos Jimeno y Miguel de Garínoain (1207), y a ella perteneció hasta la Desamortización. El primitivo templo románico del primer cuarto del siglo XII fue intensamente transformado en 1776, siguiendo el estilo barroco por el cantero Juan de Santesteban. Se intento devolver el templo a su estado original en la última restauración. Del edificio medieval permanecen los muros perimetrales, que configuran una nave rectangular de cuatro tramos más al ábside semicircular, dividido en dos registros por una cornisa de tacos y otra de bolas que separan el piso de arquerías y el de ventanas. Finalmente se alza una bóveda de horno.
Tanto la cubierta de la nave como la cúpula del crucero obedecen a la reciente restauración. Los exteriores, lo mismo que el interior, son de sillería, la línea de ventanas, la central con un curioso arco polilobulado- y una esbelta espadaña en el remate. Sobresale la portada románica de medio punto compuesta por dos arquivoltas internas y dos columnas a los lados con capiteles que representan, de izquierda a derecha: 1. Cuadrúpedos (leones) con rostro humano. 2. Tres personajes (uno muy deteriorado), una madre con su hijo en brazos y un obispo con un libro y una cruz en las manos. 3. Tres personajes en pie. 4. Caballeros con caballos toscamente esculpidos.
Asimismo es de destacar la serie de canes con que culminan los muros laterales y el ábside, donde está muy patente el gusto románico por los seres fantásticos, monstruos, animales e incluso seres humanos tanto masculinos como femeninos, todo ello realizado de manera esquemática.
En el interior se venera una talla del Cristo de Cataláin, gótica del siglo XIV, de expresiva anatomía y majestuoso rostro (actualmente la que se encuentra en la ermita es una réplica, custodiándose la original en la parroquia de Garínoain); asimismo interesa la pila bautismal, tallada en estilo gótico con una serie de arquerías trilobuladas.
La ermita de Cataláin acoge cada año en el mes de septiembre, la celebración del día del Valle de Valdorba. La jornada dedicada a festejar la unión entre los pueblos valdorbeses se viene realizando desde el año 1986 y se ha convertido en una cita ineludible para los vecinos del valle.
Desde la Asociación Valdorba se realizan visitas guiadas al románico del Valle:
Este roble mediterráneo es un gran quejigo cuyo tronco se bifurca a unos 2,5 metros en cuatro grandes brazos. Posee una buena estructura que presenta una copa equilibrada y sana con alguna rama quebrada y seca poco importante. Está ubicado junto a un corral de ganado doméstico. Su singularidad viene dada por su edad, sus dimensiones excepcionales, porte arquetípico y su estructura adecuada para una larga vejez, lo que motivó su declaración como Monumento Natural en 2009.
Se localiza en el “Corral del Monte”, se accede desde la N-121, a la altura del cruce de Bodega Valdorba se toma el camino que lleva a la depuradora, se cruza el rio y seguidamente se salva la vía del tren por el paso a nivel. En el primer cruce (a pocos metros de la vía) se toma el camino de la derecha y en el segundo, el de la izquierda. Después se sigue por la pista principal hasta ver el árbol junto a un corral a la derecha. La distancia desde la carretera es de unos 3,5 km.
El incendio del pasado agosto de 2016 afectó a la zona en la que se encuentra el viejo roble, pudo salvarse gracias a la rápida actuación de personal voluntario.
El itinerario nos va a llevar desde Garinoain hasta casi la muga de Artajona, pasando por la Ermita de Santa Cecilia y por el Quejigo de Garínoain que es Monumento Natural Catalogado. El camino es ancho y bueno.
Antes de salir podemos visitar el antiguo lavadero rehabilitado. Subir a la Ermita de Santa Cecilia también es opcional, pues se encuentra a unos 200m a la derecha del itinerario.
Vamos a salir del cartel informativo, que se encuentra junto a la marquesina de autobús, bajaremos hasta la N-121 que cruzaremos y también cruzaremos el Cidacos por un puente metálico, de finales del siglo XIX principios del XX, cuando no existía soldadura y las uniones se realizaban con remaches y tuercas.
El itinerario tiene poco más de 6 km que se convierten en 12 con la vuelta.